El milagro de la tecnología
Las musas de los rapsodas
El milagro de la tecnología
(
Agradecimiento y promesa)
Por Fabián
Núñez Baquero
07/03/2013
En relativamente pocos años la
poesía se ha trasladado a la técnica. Y hace unas pocas décadas la ciencia se
convirtió en artilugios electrónicos. Los poetas soñamos con tener a nuestra
disposición el universo en nuestras manos y ya lo tenemos. Y lo tenemos en los
dos lados del espectro: el físico y el espiritual. En lo físico las distancias
se han acortado a cosa de minutos o segundos gracias a la comunicación virtual,
los teléfonos celulares o móviles, la televisión por internet, las páginas web.
En lo espiritual mostramos nuestras ideas y nuestros libros a todo el mundo y
el universo de la ciencia, el arte, la cultura está aquí, palpable en la pantalla de nuestro ordenador.
Ya no sufrimos tanto por quedar inéditos o porque despiertos bandoleros
vividores nos roben el premio en el concurso literario. No. El secreto de la
calidad poética se impondrá ante todas las asechanzas de los sicofantes de la
poesía.
Ahora más bien podemos dejar a
todos los vientos de los hemisferios de la Tierra sembrada nuestra semilla de
creación, personalidad y vida. Cada minuto proliferamos nuestra impronta de
ciencia y arte en todas las páginas electrónicas del mundo. Ahora es casi imposible
ser anónimo. La insistencia malévola de algunos potentados del globo en
convertir en invisibles a determinadas personas de valor y prestancia
históricas, se ha convertido en polvo con el huracán de las nuevas y permanentes
innovaciones de la computación y la cibernética. Hace pocas décadas
planteábamos como posibilidad la creación del libro y la biblioteca
electrónicos. Hasta discutíamos con cierto dejo de nostalgia la difícil y acaso
imposible suplantación del libro en soporte de papel por el electrónico.
Ahora
hasta poseemos aparatos especiales sólo para mantener bibliotecas y libros de
lectura. En un espacio reducido al mínimo portamos miles de libros de los que
antes abarrotaban espacios enormes de bibliotecas famosas. ¡Cómo no vamos a
sentirnos maravillados por tanta poesía convertida en realidad! Gozamos de los
cuadros más destacados de los notables y genios de la cromática y el pincel.
Escuchamos música de todos los continentes y de todas las épocas, ¡cómo no ser
agradecidos de los gigantes científicos que han hecho posible cumplir todos los
sueños de las Mil y Una Noches y de todos los poetas del mundo en toda la
historia! El poeta debe hacer poemas a todos estos genios y a todos estos
adelantos prodigiosos. Recuerdo a un amigo, el Licenciado Luis Dávila,
secretario del Colegio Benalcázar, quien había realizado una Oda a la
Computadora, ¡cómo me hubiese gustado conocer ese poema!
Y es que sólo el poeta
se asombra de los milagros de la
ciencia y su traducción al lenguaje técnico. Para otros será obvio y hasta merecido
el disponer de tantos objetos eléctricos y electrónicos, pero solo el poeta
agradece y reverencia tanto despliegue de talento, sacrificio e invención
humanas. ¡Gracias a vosotros científicos y tecnólogos que habéis trabajado duro
y a veces en condiciones de hambre y escasez para darnos todos estos
descubrimientos y perfeccionamientos.
Gracias a vosotros, magos del
tiempo, el espacio y la luz, los rapsodas tenemos una página web. Toda es luz y velocidad,
conocimiento y aplicación de las leyes de la mecánica cuántica, es como si nos
hubiesen dado la alfombra mágica del libro Las Mil y Una Noches para volar por
todo el extenso firmamento del Cosmos para radiar, difundir nuestros poemas,
nuestras esperanzas y el flujo de la esperanza en un mundo mejor. Por esto es
que en nuestra página habrá un espacio
para la ciencia y la tecnología: es apenas un humilde agradecimiento a vuestra
lucha y vuestros desvelos, a estas conquistas fabulosas que ahora nos permite
vivir mejor y con feliz proyección todos los días.
Gracias nuevamente a
vosotros, luz del mundo. Vosotros permitís que hoy invitemos a poetas y científicos, a personas llanas y de
todas las actividades a que visiten nuestra página rapsodas3000.123miweb.es
Y no podría ser de otra manera,
el pueblo que no respeta y venera a los sabios, poetas y científicos, está
condenado a la pura y simple barbarie.
Os prometemos realizar un trabajo
lo más perfecto posible en nuestro campo que es el de las bellas letras, eso
será el pago a la donación que nos habéis hecho de esta pasmosa tecnología.
Comentarios
Publicar un comentario