Mi homenaje a Baudelaire


 Charles Baudelaire

Mi homenaje a Baudelaire 

Por Fabián Núñez Baquero

27/04/21

 


Algún día no lejano se comprenderá que toda literatura que se niegue a caminar fraternalmente entre la ciencia y la filosofía es una literatura homicida y suicida.

Charles Baudelaire. La escuela pagana

Las naciones tienen grandes hombres a pesar suyo —como las familias. También hacen todo lo posible para no tenerlos. Por eso el gran hombre necesita, para existir, poseer un poder de ataque superior a la fuerza de resistencia desarrollada por millones de individuos.

Baudelaire : Mi corazón al desnudo



Hace doscientos años nació el genio de las letras francesas y genio universal: Charles Baudelaire. Genio es aquel que abre o cancela un camino para varias generaciones,cuya vida y cuyo trabajo es ejemplar en devoción y búsqueda de la perfección,de la belleza. Baudelaire cancela el romanticismo e inicia el arduo , atrevido y profundo proceso del simbolismo,que culminará en el surgimiento del modernismo en España y sobre todo en América.


Sin él es impensable Verlaine o Rimbaud y mucho menos el melodioso Mallarmé. El prodigioso Rubén Darío no hubiese poseído el múltiple arsenal de brillantes poetas y escritores franceses que apadrinaron su increíble creación literaria. El Dante de la decadencia – como llamaron los críticos a Baudelaire- fue el general en jefe de esa multiforme y espléndida constelación cultural que parió el imperio francés en momentos de su declinación histórica.


Todos los imperios- como por arte, magia o causalidad histórica- hacen nacer su genio: Roma su Virgilio y su Ovidio El imperio inglés dio a luz a Shakespeare y a Milton;el imperio español a Cervantes y Calderón de la Barca; el imperio ruso a Pushkin y Dosteyevski. Italia,heredera legítima del imperio romano,parió al Dante y Petrarca. Y Francia nos ha dado a Víctor Hugo, a Flaubert, a Baudelaire.


Aquiles y Agamenón invaden,en agresiva y victoriosa emigración, la fortificada Ilion en La Ilíada. Eneas, en La Eneida de Virgilio, huye desde las cenizas de Troya a las fértiles costas del Lacio. El Dante visita, en oscura migración, las regiones infernales y del Limbo. Milton asciende,en viaje insólito,al Empíreo de Luzbel y los ángeles caídos. Shakespeare visita con pánico el oscuro corazón de Lady Macbeth y el atormentado Hamlet.


Baudelaire es el bardo que maldice las cárceles del Tedio y lanza su desafío a Satán, a Dios y la gangrenada sociedad burguesa. Es el heraldo del Dolor y de los viajes a los países del Ensueño y la Bienaventuranza. Es un potente luminar,un sol de las artes que descubre la fuerza pánica de Delacroix,la exactitud cromática de Gustave Courbet y Manet. Es el dandy que abre las puertas al desconsolado ,pero excelso poeta de El Cuervo y Eureka. Es el vocero generoso del poeta obrero Dupont y que reconoce la voz de esa enorme mujer llamada Marcelina Desbordes Valmore.


Baudelaire es a la vez la moral y la rebelión,el amor y el odio,la compasión y el desprecio,es el acerado paseante solitario que camina balanceándose entre la filosofía y la ciencia, entre la mística y el nihilismo; entre la lógica y el placer sensorial exacto de la palabra. Cada poema suyo es un milagro de eufonía,goce de los sentidos y causalidad de manantial. Es Francia de la apoteosis y de la decadencia,del declive y universalidad. Baudelaire se encuentra en la entraña del gran Rubén Darío y en el corazón del niño genio ecuatoriano, Medardo Ángel Silva. Su sombra cobija las rebeldes melenas de Decapitados y Hermes en pleno Equinoccio andino.


El genio representa un imperio, es un imperio, a pesar de que muchas personas traten de menospreciarlo o desconocerlo, y hay algunas que hasta niegan categóricamente su existencia. Pero el genio es un faro que ilumina los milenios no solo la pobre existencia individual. Todavía el Monólogo de Segismundo nos hace estremecer y las brujas de Macbeth llaman a las parcas del averno. Hugo presentaba con escalofrío la epopeya dolorosa de Los Miserables; Flaubert decía la dura verdad de las incómodas relaciones sentimentales en su Madame Bovary. Por eso también lo enjuiciaron, como a Baudelaire.


La giganta negra que acompaña a Baudelaire, las bayaderas hindúes de sus ensoñaciones, la sed de perfección y el dolor de la vida, son una plástica demostración en la vida y carne del poeta, del descenso del imperio, que poseía felicidad y perfección sólida, real, y que ahora no lo tiene. Baudelaire estaba diciéndole a Francia que ya no reinaba, que se estaba desplomando, que ya no tenían el vigor de los emigrantes conquistadores y que ahora se contentaban con insólitos sueños, con castillos artificiales, con el roñoso tedio contra el cual en definitiva solo existe la medicina fantástica de la imaginación creadora. Lo decía, por cierto,con el lenguaje del arte que siente y recrea, con el poema real que conmueve los sentidos, que no tiene intencionalidad consciente, que no es discurso ni demostración lógica, que no es panfleto o propaganda o informe.


Como se sabe el arte y las ciencias son objetos de lujo,florecen en la abundancia,son excelentes subproductos del ocio y la riqueza social y son síntomas también de la bonanza o destrucción de imperios. La Ilíada marca la caída de Troya y el inicio de la aventura y desventura de los pueblos griegos emigrantes encarnados en Odiseo, el de los mil recursos.


Mientras hay una épica de la emigración victoriosa y creadora, hay una lírica que sueña y medita: La invitación al viaje,El Albatros,Correspondencias,Bendición,poemas de Las Flores del mal de Baudelaire,son reflejo artístico quintaesenciado de los que ya se quedan,de los que meditan y sueñan en un lujo y esplendor que antes fue realidad monda y lironda del poder material del imperio. El spleen y el ideal que canta Baudelaire,son proyecciones del fantasioso,del que se queda en tierra desconsolado o del furioso que se rebela contra la inacción en la canción magistral de Baudelaire contra el tedio. Y en medio de todo el dolor de la belleza de la vida,de lo que se ha perdido para hoy y para siempre. El emigrante victorioso no está solo y tiene el entusiasmo del camino real, por muy difícil que sea, tiene esperanza de fundar un imperio. El habitante del imperio que se extingue se vuelve melancólico, reconcentrado, místico y rebelde, escribe como Baudelaire Mi corazón al Desnudo, Las flores del mal. Las letanías a Satán.


Loor al ferviente traductor del infortunado genio norteamericano Edgar Alan Poe al francés y cuya vida sacrificada por la desigualdad y pobreza del capitalismo denunció y comprendió fraternalmente.
Gloria al autor de libros que hicieron época y que hasta ahora sirven de guía para entender el arte y la creación artística: Mi corazón al desnudo, Pequeños Poemas en prosa, Castillos Artificiales.
Honor al poeta rebelde y místico autor de las Letanías a Satán que hasta ahora escandalizan al burgués de Iglesia y orden. Al poeta que sabía cómo el poema debía ser un objeto de perfección humana en la forma y el contenido.


Baudelaire es el ultimo de los románticos y el primero de los modernistas, hermano mayor del gran Rubén Darío y del genio niño Medardo Ángel Silva en América. Como Gustave Flaubert supo que la poesía es lucha, trabajo e inspiración,sentimiento ,disciplina en la búsqueda de la palabra precisa.

Que su memoria siempre nos sea fresca.



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