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Mostrando entradas de diciembre, 2012

La experiencia sensorial base de la poesía

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René Magritte La experiencia sensorial base de la poesía Por Fabián Núñez Baquero 30/12/12 Es muy conocida la afirmación que asevera que los ciegos de nacimiento no saben lo que son los colores y, por supuesto, no pueden imaginárselos siquiera. Por lo que podemos decir que la visión es una experiencia sensorial que no se la puede transmitir si es que uno mismo no se la tiene o, por lo menos, alguna vez se lo ha tenido. Esto sucede con todos los sentidos. La riqueza de las experiencias sensoriales determina el bagaje principal del poeta. Es imposible imaginar el hambre si nunca lo has padecido. Si nunca te ha faltado amor es poco menos que inalcanzable entender al desamorado, al que desespera de amor. Si siempre has tenido tu cobija eléctrica cómo puedes imaginarte una gélida madrugada andina. Hay mucha gente que jamás ha aspirado el perfume de una flor. Si ingieres más calorías de las necesarias cómo puedes imaginarte lo que le sucede al hombre que le falta fuerza en l

Una cuarteta andina y un Biverso

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René Magritte Una cuarteta andina y un Biverso Nos hemos propuesto un poema de lo más simple. He preparado una cuarteta andina y un Biverso: Bien vale por este fin de año mostrarse discretos y escuetos, que lo disfruten. Equívoco total Estuve en el momento equivocado amando a la mujer equivocada, equívoco de mí, equívoco del mundo, equívoco el amor equivocado. Biverso sin vuelta Toda la Tierra verde y mi corazón de paja. No volveré jamás al oasis de tu boca.

Entre lo simple y lo sencillo lo difícil

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--> Entre lo simple y lo sencillo lo difícil Por Fabián Núñez Baquero 16/12/12 En las relaciones humanas lo sencillo se vuelve difícil. Cuando uno y otro no buscan impresionar o acaso otras subterráneas intencionalidades, iniciar un coloquio es tan complejo como comenzar una conferencia abordando un tema que no se conoce, o tratar de describir a un animal imaginario .Las personas son mundos por explorar, territorio intangible y desconocido donde una palabra es ya una invención. De alguna manera los interlocutores se convierten en criptógrafos de sí mismos y decodificadores del otro.  Hay cierta dosis de desnudez y vergüenza en la conversación y mucho pudor en los entretelones de la plática. Esto cuando se trata de dos personas simples y sencillas ( que me late que ahora es más difícil encontrar), que solo intentan intercambiar palabras o razones, sin que haya otra motivación que el milagro de encontrarse vivos y estar, acaso, conversando la primera y última vez en