Me siento alegre, los rapsodas cumplieron bien



Me siento alegre, los rapsodas cumplieron bien

Por Fabián Núñez Baquero


17/08/18


19/08/18
Estoy muy contento porque hemos obtenido una victoria artística muy considerable en el Recital de los Rapsodas 3000 Poetas, que se realizó el sábado 18 de agosto en el local Somos Quito de San Marcos. Los rapsodas Danilo Jiménez, Martha Sofía Pérez, María Cristina Gómez Jara, Guido Dávila, estuvieron a la altura de los requerimientos del arte poético escénico. Y la pareja Miguel Ángel Narváez y María Cristina Gómez Jara llevaron a cabo una dura tarea administrativa y técnica para garantizar la asistencia que llenó todo el auditorio. Una labor muy meritoria cumplió Patricia Valladares y Consuelo Mancheno en su calidad de Maestras de Ceremonia, junto a Francisca Arroyo Noboa, como dama dispensadora de los dones florales y espirituosos.
Existe una leve diferencia entre júbilo y alegría. El júbilo tiene la característica de ser una explosión de gozo que dura muy poco, en cambio la alegría es un estado más perenne, como se puede pensar que lo poseían los seres que vivían en las Islas Bienaventuradas en la época de la primera botella lanzada al mar por algún navegante escandinavo. Este placer más continuo de felicidad es el que permanece en el poeta que trasmite no solo su poema sino su conocimiento creativo a los demás.
Y no interesa el nivel didáctico alcanzado o la escala de su saber, lo que de veras importa es el entusiasmo de compartir la buena nueva creativa a los otros, la posibilidad de transformar en peldaño técnico cada paso dado en la selva encantada de la poesía. Por eso digo con propiedad, me siento alegre, como delfín que saca del mar a los ahogados o en trance de ahogarse.
El símil es talvez exagerado, aunque la creación se parece de alguna manera al que tiene atragantadas las palabras en la garganta y que no puede liberarse de ellas sino a condición de organizarlas con paciencia y con pasión.
Sócrates utilizaba la analogía de la partera para parir conceptos filosóficos. El poeta didacta solo es una linterna para escarbar los meandros de la lógica inconsciente en los rapsodas en trance de devenir en poetas y darles el aliento suficiente para no caer en las tinieblas del silencio. Ante todo, les otorga una seguridad y un piso firme en el pantano melodioso de la ofuscación poética.
 Una tarea parecida a la de los minadores de cuarzos que buscan la piedra marmaja o la piedra rayo para curar enfermedades desconocidas.
 Total, me siento alegre y no lo puedo ocultar. Su destello, el de la alegría, debe notarse en todo mi cuerpo, no solo en mis ojos o en mi rostro, debe ser como si estuviese listo para el baile o para el viaje en balsa a alguna isla polinesia. Y así me siento todos los días, y ahora más que nunca cuando los Rapsodas 3000 poetas se gradúan en el escenario, como quien dice dan sus primeros pinitos en ese extraño rito de declamar su propia poesía.
 ¡Bienvenidos a la jungla encantada de la poesía!  Les felicito por su trabajo de tesón y de constancia, y de confianza en la guía del maestro. Este es el resultado: cada uno tiene un peldaño y una voz y si persisten, una senda para caminar toda la vida.
 Muy pocas personas transitan por este camino, la mayoría se queda embarazado en el barullo engañoso del único poema de adolescencia y juventud. Luego pretenden dominar la expresión sin someterse a la lectura ni a la escritura ni leer la vida. La palabra como el oxígeno es de uso involuntario, pero si queremos poseer pulmones sanos debemos aprender a respirar adecuadamente, y la palabra requiere, como la planta, un cultivo particular para florecer con belleza y precisión.
 Esto lo saben todos los artistas, cada cual con su instrumento. Si averiguamos al gran Terry Pazmiño las horas y deshoras que ha insistido con las cuerdas de su guitarra y su entonación exacta, él se quedará corto si dice 8 o 10 horas diarias. Por lo demás él mismo nos supo decir que para acceder a la cátedra del maestro venezolano Antonio Lauro, trabajaba 16 horas diarias. Ahora es coautor de la creación de la cátedra de música en la Universidad Central desde la óptica del contrapunto ecuatoriano-latinoamericano, estamos seguros que en este proyecto sigue trabajando muy duro y que obtendrá éxitos. La presentación de Terry fue, como es usual en este extraordinario artista, con el magisterio no solo de la guitarra sino de su experiencia vital y artística, gracias maestro por estar con nosotros.
 Gracias a nuestros primos los cantautores que nos honraron con su poemática melódica: Patricio Guerrero Arias, que puso a funcionar su preciada voz madura y talentosa y su guitarra de floraciones pánicas;  Ricardo Taco y su brillante hija Taoni ,con su don de reconocimiento a la tierra, y la talentosa e inspirada pareja de la Trova Libre, Patty Sandoval  y Pablo Racines, quienes nos hicieron retornar a los tiempos gloriosos de Horacio Guaraní y los cantares que cuentan en nuestra América única. Nuestra eterna gratitud para ellos y su artística solidaridad. No lo olvidaremos nunca, gracias hermanos y que el arte cada vez más alto les devuelva lo que nosotros no podemos hacerlo. Parabienes y un futuro memorable, hermanos.


Comentarios

  1. Una tarde de magia y palabras, entrelazadas como una espiral de fuego, el canto de la alegría se expandió hasta los confines más brillantes del sol. Nuestros primeros pasos, los más importantes, los que cimentaran nuestro devenir como rapsodas. Gracias Maestro por el bello momento de aprender a su lado.

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