Poeta denuncia flagrante plagio de la Naturaleza

A la final nadie sabe lo de nadie. Y las nubes tan bellas y aéreas nunca saben a dónde les va a dirigir Natura y en lo que van a transformarse ni  qué virtud o delito van a cometer...


Poeta denuncia flagrante plagio de la Naturaleza

Por Fabián Núñez Baquero
06/05/13


El día sábado 4 del presente mes de mayo, a partir de las 14 horas, hora del Ecuador, Natura desató sus compuertas fluviales copiando, yo diría plagiando mi poema La Ciudad de la Lluvia, escrito desde el 16 de febrero al 19 de abril del 2012. El poema consta de 98 estrofas y más de 500 versos. Letra a letra, verso a verso repitió- sólo que con un ritmo más acelerado y libre y en forma burdamente agresiva- que hasta ahora no se reponen las flores de la acometida del granizo ni nosotros del resfrío y las pérdidas. La prueba del delito la presento- como es obvio- solo en forma fragmentaria, inicial, pero a buen entendedor pocas palabras:

Con estatura de neblina la ciudad se evapora
Triza sus espejos en las murallas de los acantilados
Un diluvio central se desploma
Desde sus entrañas de cobalto y zinc
Cataratas de leones cabalgan los aguaceros
Relámpagos de tigres famélicos, airados
Conmueven el sol fluvial de sus volcanes


Me pareció que Natura tenía envidia del poeta por escribir en versos atronadores y emblemáticos y por distanciarse mucho de la moda inocua de los imitadores habaneros y de algún Cavafis no griego. Y, claro. Se desquitó mediante el plagio y la violencia.

De todos modos el diluvio ha servido para sacar lecciones: 1) De cómo el poeta se anticipa, emula y vence a la Naturaleza con su canto. 2 ) La solidaridad de los Rapsodas 3000 que fueron con pico y pala a paliar con esfuerzo y denuedo el plagio natural y presentar su solidaridad al poeta autor original de La Ciudad de la Lluvia. 3 ) Existe ahora un motivo objetivo para iniciar acción legal correspondiente y para publicitar el siguiente aviso en todas las puertas del Equinoccio Andino:

Natura plagió desvergonzadamente el poema La Ciudad de la Lluvia del poeta Fabián Núñez Baquero.

  1. El diluvio de granizo puso al día el registro forzoso de fuerzas productivas en la media agua del poeta y la mala fe de Natura de estropearlas en el agua con premeditación y alevosía. Es elemental que en estos trances naturales una aguja sirva tanto como un ordenador,, el colchón y las cobijas- calefacción natural de poetas e hijos de vecina- como las herramientas de los libros, ahora echados a perder por esta plagiadora. No se diga los zapatos, salidos ya de por sí de madre o los urgentes apuntes sueltos en carpetas y libretas de borrador.
  2. Los golpes no se sienten sino al otro día, o después de varios días. Como en un pugilato lo moretones o la hinchazón de los pómulos surgen luego de que parecen no doler tanto...
  3. Es tiempo cuando las denuncias no deben detenerse ni ante seres o poderes del estado ni tampoco ante una plagiadora de esta calaña, así sea la mismísima Naturaleza.
  4. Este suceso merece todo un Taller en el cual se trataría del ya viejo enunciado axiomático de Oscar Wilde:
    No es el artista el que imita a la Naturaleza sino la Naturaleza la que imita al artista.

Pero en este caso, queda claramente definido que no fue una “imitación” de la Naturaleza al poeta, sino un plagio desvergonzado que merece corrección.

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