La diversidad en la palabra

La diversidad en la palabra


La diversidad en la palabra
Por Fabián Núñez Baquero
10/10/18
Como en la naturaleza hay diversidad de fauna y flora, también en la poesía hay diversidad de la palabra. La riqueza natural se da por cantidad de especies o géneros, en la fauna y en la flora; en la palabra por cantidad de léxico ,acervo, pero, sobre todo, por calidad o cualificación del vocablo, lo que en el poema se llama connotación. No es imprescindible poseer un diccionario completo para crear poesía. Es más, lo más admirable de un poeta es el uso de un acervo parvo con agudeza y vitalidad. Un poeta que sabe utilizar pocas palabras, pero que las domina, es que extiende su sentido, su semántica hacia lo ilimitado y transforma la pedestre y obvia denotación, los valores fijos o absolutos, en la flexible materia de lo plástico y vital.

  • El sol de la mañana parece un león descendiendo de la montaña.
  • El león del sol desciende la colina.
  • Igual al león del sol en la colina.
  • El sol es una colina de esplendor.
  • Hay un esplendor de sol en la colina.
  • Una montaña de sol quema la mañana.
  • El león, un sol en la colina…
  • El sol de tus ojos ilumina la mañana…

    La palabra sol se repite en cada verso y es diferente su función y distinto su ropaje. En cada verso adquiere una imagen y una modalidad impensada gracias a una significación nueva en cada uno de los versos. Esto significa que la palabra sol ha adquirido varios valores, es decir, con cada nuevo significado la connotación diversifica la palabra sol, la convierte en un prisma de múltiples denotaciones. Es evidente que la palabra sol como un arcoíris despliega su cromática diferencial:

  • El sol de la mañana parece un león descendiendo de la montaña.
    La palabra sol, mediante el símil de parecerse a un león, adquiere una actitud felina,la de este animal que baja de la montaña
  • El león del sol desciende la colina.

En este verso ya no hay una comparación del león con el sol sino que el sol es un león ( metáfora)

  • Igual al león del sol en la colina.

Aquí la misma metáfora del sol como león, que es una metáfora, se compara con algo no nombrado.

  • El sol es una colina de esplendor.

En este verso el sol ya no es un león, es una colina de esplendor, es una imagen sensorial precisa, reconocible por los sentidos.

  • El león, un sol en la colina…

En este verso la palabra sol se transforma en una brillante metáfora del león.


  • Una montaña de sol quema la mañana.

Aquí existe una imagen aplastante del sol quemando la mañana. El poeta usa el sustantivo montaña para dar a entender con la alta magnitud de la montaña el grado de brillantez o fuerza del sol que quema la mañana. Por supuesto, tratándose del sol, la hipérbole no se nota y tampoco cómo la mañana ha sido sujeta de personalización o prosopopeya.

La repetición de la palabra sol no se ve ni se siente como algo muerto o cansado. Cada vez la palabra sol es nueva, es la misma palabra y no es la misma. Es el mismo material vocálico y escrito pero con diferente semántica. La palabra opera como el mismo universo: usa la misma materia de forma cada vez nueva para crear constelaciones y animales, flores y planetas ¡el universo es repetitivo! Clamarán los que no ven los procesos, el camino, cada vez nuevos, que usa la materia en su infinita capacidad de creación. Los poetas, la palabra, no son sino los representantes del universo en este modesto hábitat planetario.


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