La Semántica, el reino del sentido

El Bosón de Higgs

27 Umbral de la poesía
La Semántica, el reino del sentido
Por Fabián Núñez Baquero
14/07/12

La semántica es el reino del sentido, de la coherencia. Esto dicho sea en términos sencillos y simplificados, si Frage me lo permite. Todas las cosas en absoluto mantienen una sindéresis, esa lógica vistosa o encerrada entre cuatro paredes, que las hace hermosas y deseadas. Una flor es un milagro arquitectónico, de tacto, aroma y color. Y nosotros, las personas, disponemos de tal ingeniería biológica, de tanta exactitud en mente,corazón y huesos, que tenemos muchos motivos para despertarnos alegres y huir de la arritmia, del disconford, de esa estela de desesperanza que nos patina en la piel cada vez que sentimos que el bolsillo no alcanza para mantener el poema de la vida. Nuestros ladrillos biológicos rebasan cualquier complicado cálculo matemático porque resumen sustancia, poesía alta,sensorialmente organizada. No necesitamos darnos lija de arrogancia o citar a poetas o matemáticos famosos para solo ver la perfección de la hierba Luisa o gustar del aroma inigualable del toronjil. Y es indudable la presencia de visibles e invisibles factores concatenados para que estas hierbas sean tan o más perfectas que el recién descubierto exoplaneta de diamante gracias al Bosón de Higgs de su semántica. Una simple observación de la estructura de un girasol o del canto afónico de una rana nos debe convertir en personas de excelente complexión humilde y adorar el dominó exacto de la Madre Naturaleza, esa trabazón maravillosa que lo explica todo: desde el radar de un murciélago hasta los restos fonológicos del Big Bang desperdigados todavía en el espacio estelar...

Entonces no comprendemos por qué la altivez vana de pretender creernos seres de otro mundo, cuando éste en que vivimos representa la misma vasta armonía non plus ultra. Si la naturaleza se presentara en un recital poético estemos seguros que anularía exponer su curriculum vitae, menos el sartal de jactanciosas acumulaciones de maestrías o de innecesarios y hasta dudosos PHD. Hay poetas que se especializan en esa vanidad antropomorfa que utilizan media hora en la lectura de sus presuntuosas fanfarronadas documentadas. Existo, luego soy, así sin más, dice la naturaleza. Un grano de polvo tiene derrotero, su fin es tan perfecto que logra construir el universo. El polvo es un poema de un solo verso, una ecuación precisa pasada por el rastrillo de la comprobación. Por eso los seres pueden morir si al menos no tienen su polvito. Una gota de agua es una imagen de un prisma líquido y una vocal la redondez de la sabiduría.

 Si existe tanta lógica en el Todo, resulta una terrible vanidad intentar descodificarlo todo en busca de la inmortalidad del cangrejo o de las tres patas del gato egipcio. Y no queremos impedir- que la naturaleza no lo permita- la libertad de expresión o la expresión de la libertad o del libertinaje en la expresión. No. Sabemos que hasta en los desatinos más manifiestos la naturaleza pone su gozosa y atinada semántica. Hasta usando LSD, cerebros como el de Huxley lograron orientarse en las Puertas de la Percepción y la araña drogada y todo construye una tela un poco deshilachada y anómala como para no perder su hábito de milenios. Tengo entendido que todavía no se ha escrito la semántica de una fracción de gas o de una mota de polvo. Pero lo dejamos iniciada para que los sabios luego se explayen como niños frescos en su papayal intonso. Ahora sólo decimos que un verso real posee un sentido completo. Hasta nos atreveríamos a decir que un buen poema es la sumatoria de versos, cada uno de los cuales tiene un sentido acabado. Justifiquemos la teoría con ejemplos de nuestra propia siembra:

El árbol hace cola en la muchedumbre del bosque

Un pájaro hace nido en la dorsal del viento

El silencio, con pies de plomo, camina en la soledad

Es evidente que estas imágenes son perceptibles en cualquier parte del planeta y en cualquier idioma. Tienen semántica. Estar en el reino del sentido es tener semántica, exhibir coherencia, demostrar en palabras la lógica entrañable de la naturaleza y el hombre. Si el universo se construye verso a verso, es decir, polvo a polvo, no veo por qué no suceda o deba suceder lo mismo en la poesía. Es obvio que la semántica poética es levemente distinta a la de la filosofía o de la ciencia. Es una semántica que canta por los sentidos, una inteligencia entorpecida por los sentimientos, una ligazón gozosa entre analogías dispares o transformaciones al galope de la sensación. O, para repetir a Hegel, un estado intermedio entre la grosera sensación y la refinada altura del pensamiento. En el escenario siempre se entrometen los sentimientos, es verdad, pero talvez por eso la poesía despliega olor y sabor y savia y zumo, tiene jugo:

El colibrí, helicóptero verde, se engolosina en la flor...

¿En qué rama colgaré el llamado a la hermandad?

Adiós, viento astronauta, te vas pero volverás...

Si podemos crear un verso con semántica completa,entonces luego podemos ligarlo al segundo y así seguir la danza de la inteligencia universal que es una y tiene un sentido uno y múltiple.

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